sábado, septiembre 19, 2020

No es el fin, hay esperanza

Este no es un país de cambios bruscos. Para poder salir de la que estamos, el gasto público debería reducirse de forma tan drástica en tan poco tiempo, que eso no va a suceder.
Tenemos al frente un abismo que se fue construyendo con paciencia por muchos años: con la autoría de Liberación, la complicidad de Unidad y con un PAC que lo agravó y aceleró.
Ninguno de estos tres autores y cómplices nos van a enderezar la senda.
Aquí estamos como cuando una persona, seguramente una mujer, esta en una situación de violencia doméstica. Con hijos. Y sin estudios. No se puede salir en poco tiempo de esto y hay que aguantar mientras se construye la salida.
Nos agarró siendo una ciudadanía desentendida y desinteresada, por una parte, y por otra, una ciudadanía ocupada en su sustento diario, para la cual la participación ciudadana es ir 30 veces a la misma oficina o reuniones a las 10:00 a.m. Imposible.
A mí me gusta hablar con la verdad. Así como he dicho, desde abril, que esto de la pandemia no era cosa de pocos días por más ilusión infantil de los "Quédate en casa", y que van a ser varios años, también lo digo: de esta no salimos ni en 4 ni 8 años.

La cosa es muy sencilla:

(a) Gasto Público La primera propuesta siempre es reducirlo. Y yo coincido, claro. Pero en el fondo el reclamo es de calidad del gasto. Y eso requiere una transformación del Estado, sus métodos, su personal. Eso toma al menos una generación completa o dos.
(b) Impuestos a las propiedades: Las Municipalidades no lo van a permitir y se saldrán con la suya, como con la Regla Fiscal.
(c) Impuestos a las Cooperativas: Liberación no lo va a permitir. Son 17, eso es peso en la Asamblea Legislativa.
(d) Venta de activos: Se le regalará FANAL a LAICA y pare de contar. La aristocracia privada manda tanto como la pública.
¿Qué sucederá?
Impuesto a las transacciones y aumento de los tramos de renta.
La gente buscará como eludirlo, la economía no crecerá y los 5 puntos del PIB que sueñan serán con mucha suerte 2 o menos.
No será el fin del mundo y sobreviviremos, porque tenemos que estar para cuando dentro de 3 años estemos en las mismas ahogados, o peor, con deuda INTERNA y EXTERNA.

¿Cómo salir de esto?

Cada uno tendrá su fórmula y camino.
Algunos, yo por ejemplo, quisiéramos que esto fuera un paraíso liberal con un Estado de 2x2. Otras querrán un paraíso socialista con un Estado enorme. Otras querrán un paraíso de arte, vegano, feminista, del deporte, de la ciencia, del reciclaje y las mascotas descarbonizadas, etc. Todos tenemos nuestras prioridades y todos nos dibujamos nuestro paraíso y pensamos que es el más importante. Claro.
Pero cualquier salida pasa por esto:
1.- Decidir hacer algo y coordinadamente. El trabajo individual es agotador y microscópico. Aprendamos a hacer coordinadamente. Si no puede hacer, apoye al que hace. ¿Quiere ver que su país avance en deporte pero no tiene tiempo? Bueno, apoye económicamente a las personas de sociedad civil que mueven eso.
2- Vigile y supervise. Hemos sido muy irresponsables dejándolos por la libre, y claro: se pasearon en el país. Tome un tema, una institución, un programa y sígale la pista. Entiéndalo muy bien. Y verá que se abren pequeños espacios de incidencia.
3.- Mire al cielo, las montañas, el campo sembrado y la ciudad. El país es mucho, mucho más, que una clase política inútil y electorera. Pero, cuidado.... si difundimos la idea de que los políticos son todos corruptos e imbéciles, nadie querrá participar en política y quedará, facilito, en manos de los peores. Admitamos: hay buenos y malos. Y atrévase. Haga un partido, apoye uno. Nuevo. Olvídese ya se los que nos hundieron esto: Hay que extinguirlos hasta que sean historia.
¡Hay 139 Partidos Políticos!
Mentira que ninguno se acerca razonablemente a su pensamiento.
Búsquelos, lea, observe y si le parece ofrezca ayuda. No sea un cómplice más.